Tendedero interior, armarios empotrados

Los compradores o alquiladores de un piso suelen visitarlo con mucha desconfianza. En principio, todo les parece mal o regular. Forma parte del ceremonial de la visita el encontrar defectos que los alejen de la posibilidad de vivir allí y que el paseillo por habitaciones y baños se sienta como una pérdida de tiempo incluso antes de haber abierto las puertas de los armarios empotrados.