Algunos discos importantes en el año 2011

Este post lleva unos quince días en borrador. Todos los años lo mismo… me burlo de la dinámica de tops, listas y resúmenes que inundan todos los canales los últimos cinco días del año. Pasan esos días críticos y me molesto porque pocos se acuerdan de las cosas que para mí fueron importantes.
Ese es el momento en el que, si me pillo desprevenida a mí misma, comienzo a elaborar mis propias listas. Si el ímpetu no coincide con el suficiente tiempo disponible, es probable que mis nobles iniciativas descarrilen.

Yo pensé que el post saldría adelante pero encalló frente a mi particular isla de Giglio. Una roca de inseguridad, desmemoria y urgencia.

Admitiendo a estas alturas de año, casi agonizando enero, que no soy capaz de relatar de manera coherente porqué me importa lo que me importa, rescato estos minutos de la basura y publico un borrador que, en verdad, sigue siendo un borrador.

Comenzaré por el mainstream, en este primer post no encontraréis ninguna rareza. En 2011 aparecieron nuevos discos de algunos de los grupos que más me gustan: Kasabian y The Horrors. Empecemos por el mejor de ellos:

Velociraptor! de Kasabian

El cuarto disco de estos muchachos de Lleicestershire es justo lo que ellos dijeron que era: su disco blanco (también dijo Serge Pizzorno que era su Ok Computer). Empire era un disco de colores con videoclips muy cromáticos, en cambio este es un disco en blanco, negro y rojo, por lo que me gustó que los dos primeros videoclips y únicos hasta ahora –Switchblade Smiles y Days are Forgotten– también refirieran a una estética oscura, blanca y negra y de flashazos rojos. Me encantó la furia contenida de Switchblade Smiles, tanto en la canción como el vídeo. En mis videoclips favoritos los grupos no salen tocando peor en Kasabian todo me gusta. Me emociona ver cómo intentan salir corriendo del recuadro negro en el que están encerrados, pueden correr con el tronco pero los pies parecen atados. En Days are Forgotten también aparecen tocando pero esta vez en un hangar, un lugar más amplio pero también oscuro e inhóspito. La música se dibuja en líneas blancas -sin tener nada que ver, pero hay varios planos en los que parece que estén tocando dentro de la portada de Unknown Pleasures– y la onda de sonido se va comiendo la realidad para dibujar los contornos de los instrumentos. La canción es preciosa. Amplifica esa melancolía que viene escrita desde el título.

Es un disco lleno de grandes canciones, algunas muy clásicas hasta un punto poco kasabiano. La portada es preciosa, tener en la mano la edición en vinilo de 10» es un lujo y una lujuria.

Skying de The Horrors

El tercer disco de otro de mis grupos favoritos es el que menos me gusta, me da pereza escucharlo, pero sigue siendo The Horrors y me encanta. No consigo encontrar las diferencias entre Primary Colors y Skying, aunque se supone -o ellos suponen- que son muy diferentes. Los fans, en cambio, lo ven claro. (¿Me convierte eso en una fan menos fan?). Hay mucha psicodelia pop, sigue siendo shoegazer, hay desarrollo, hay intensidad, hay laberintos.

Su concierto en diciembre me devolvió a casa con algo de amargor por los tiempos perdidos, después de un show que sonó mal, en el que Faris Bawdan no se entregó y que sufrió incluso cortes de electricidad.

El disco de Cat’s Eyes -grupo paralelo de Faris con su novia- me pareció muy bonito.

Volatile Times de IAMX

Este es el tercer gran disco del año porque IAMX es mi tercer gran grupo admirado (si quitamos a Depeche Mode de esta santísima ecuación, ya que están más allá del bien y del mal), (ya, no tengo criterio). Con Volatile Times Chris Corner ficha por una multinacional y hace su disco menos resultón, más raro y no el mejor. A pesar de eso, llega a mucha más gente. Una jugada bastante extraña. Este disco tiene canciones que me aburren mortalmente como I salute you Christopher y luego otras que me encantan, como Music People.

Presentaron el disco en la sala con nombre de cerveza antes conocida como Arena y yo lo llevé fatal, sentada con mi avanzado embarazo desde atrás del todo, con poca visibilidad del escenario. Para colmo, ese día debería haber conocido y entrevistado a Chris Coner pero me la suspendieron. Todo se quedó en esta crónica del concierto. Otra decepción al saco del año 2011.

Ninth de Peter Murphy

Es un rollazo de disco pero tiene una canción maravillosa que vale por todo el álbum: I spit roses.

Anna Calvi de Anna Calvi

Ella me parece un ave muy rara. La manera de tocar la guitarra, de pararse frente al micro y de cantar. Su irrupción me recuerda a la de PJ Harvey (no es que yo sea fan de PJ Harvey; este año también escuché un poco Let England Shake, pero me harté rápidamente). Hay algo de historia oscura americana en ella, como en las películas de David Lynch.