Colas y algún recelo en el regreso de la vacuna de AstraZeneca: «Cuanto antes lo hagamos, antes salimos de esta»

España ha reanudado este miércoles la vacunación con el suero de AstraZeneca tras una semana de parón en los que la EMA evaluó los once casos de trombosis en personas que previamente se habían vacunado. «Los beneficios de AstraZeneca superan los riesgos», concluyó la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). 

Muy similar al parecer de la EMA era el sentir de los cientos de personas que esperaban a pie, avanzando lentamente durante más de dos horas en dos colas que daban la vuelta al estadio Wanda Metropolitano de Madrid, en la mañana en la que el recinto se había reactivado para la vacunación de este suero, junto al hospital de pandemias Isabel Zendal. La gran mayoría habían recibido un sms el día anterior. Además de la reanudación de los pinchazos, la novedad de esta jornada ha sido la llegada de personas mayores de 55 y hasta los 65, una franja etaria que, con el cambio de criterio del pasado 22 de marzo, ya está autorizada a recibir la vacuna de Oxford.

A ellas corresponden Jesús (60) y Toni (56), dos conductores de centros de día para mayores, que han recibido la vacuna sin nervios pero con ganas: «Era esencial que nos vacunaran cuanto antes, todos los días recogemos a los abuelos en sus casas, somos la primera persona que ven y aunque trabajamos con EPI, es un riesgo». Junto a la puerta de salida de las personas ya vacunadas esperan pacientemente los acompañantes, aprovechando la sombra y las escaleras que llevan a los pisos superiores del estadio. Una amiga espera a que salga Lola, que está interesándose por una compañera de trabajo que se ha mareado tras la inyección. Han estado dos horas y media haciendo la cola en el exterior pero una vez dentro todo va rápido. Sale Lola (59 años), administrativa, ella se siente bien físicamente pero confiesa que trae un «acojonamiento total» desde que el día anterior recibió el sms con la cita: «Hay que vacunarse pero si hubiera podido elegir, hubiese preferido la vacuna de Pfizer, que se la han puesto a mi madre de 86 años y no ha tenido ningún efecto secundario y en cambio la mayoría de mis compañeras han pasado un día con dolor de cabeza y fiebre».

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