Con al menos dos personas he mencionado el los últimos días este mismo tema, sin recordar en ningún caso cuál es el término técnico -o el concepto filosófico- para este tipo de paradoja. Leo hoy una entrevista a Fangoria en ABC:
–¿El título de «Arquitectura efímera» es simplemente porque sonaba bien o poético?
-Alaska: Porque las dos palabras implican una contradicción.
-Nacho: Van muy bien juntas esas palabras, y además es como una reflexión sobre la fama. «Naturaleza muerta» -título de su anterior álbum- venía a expresar lo falso de lo natural referido a los famosos, que cuanto más de natural van, más falsa es su imagen. «Arquitectura efímera» quiere decir que cuanto más rígido y mejor costruido está algo, más efímero es, me temo. Excepto las pirámides de Egipto, que están muy bien hechas. Pero es cuestión de tiempo que algún integrista ponga una bomba en las pirámides. Bueno, mejor cambiar de tema porque es darles ideas.
Propiedad intelectual, inteligencia artificial, libre mercado, Virgen María Madre de Dios… son esos términos que a priori parecen contradictorios en sí mismos. Este post es más una búsqueda que un encuentro. Perdonadme. Hoy no hay hallazgos, sólo preguntas. Es curioso. Se me ocurre buscar en Google la palabra «contradicciones» y me sorprende cómo la gran mayoría de resultados son enlaces a webs cristianas. En una dicen «no pretendemos abrir ningún debate, sólo mostrar que muchas denominadas contradicciones no son tales». Habla, claro, de las escrituras. Me ha dado risitas: es un poco «ten fe y mejor no pienses en qué».
Por otro lado, el término «contradicción» nos refiere a Mao Tse-tung quien, en su libro «De la contradicción» escribió: La ley de la contradicción en las cosas, es decir, la ley de la unidad de los contrarios, es la ley más fundamental de la dialéctica materialista. Lenin dijo: «La dialéctica, en sentido estricto, es el estudio de la contradicción en la esencia misma de los objetos [ . . . ]» y hasta el movimiento mecánico, impulsado por una fuerza externa, tiene lugar también a través del carácter contradictorio interno de las cosas. El simple crecimiento de las plantas y los animales, su desarrollo cuantitativo, también se debe principalmente a sus contradicciones internas.
Busco un orden que deshaga las contradicciones, como cuando ayudaba a mi madre a desenredar la lana para convertirla en madeja. (¿No lo hemos hecho todas las niñas? Y qué largo se hacía ¿verdad? Había que sostener los brazos estirados, que se cansaban, y la mamá siempre en cambio con la parte divertida del trabajo, la de enrollar y hacer grande la pelotita).
Quiroga, siempre dispuesto a que recuperemos la fe en nosotros mismos, nos ayuda con lo siguiente: Áries: Do jeito que anda o mundo, seria impossível manter tudo em ordem. O problema do mundo não acontece lá longe, pois é comum a toda nossa humanidade, e quem faz parte dela, também participa de seus problemas e felicidades.