Aunque en verdad escribo desde la caseta de madera con 4 terminales Intel que hay enfrente del bar del Camping Cabopino, llamativamente denominada Internet Caf?. Rosario, Aldo, H?ctor y yo compartimos un bungalow verde durante los d?as del Avant, que ya van dos, y estamos rodeados de una larga lista de vecinos que son amigos y conocidos de la Cosa de la M?sica (hola Luis!), pero la Cosa se hace verdaderamente ostentosa en el Castillo de Sohail, donde est? TODO el mundo. Bueno, faltar? alguno (hola Carlos!, hola Ferran!) pero as?, en resumen, el g?nero reencuentro es un no-parar. No har? name-dropping para no aburrir. Aunque, deber?a decir que Carmona y Caballero est?n en su salsa (que no en su pomada) y han hecho chapas y camisetas para uniformar a su legi?n de fans, que somos muchas y hacemos mucho ruido. Tanto he hablado ya sobre ello que se me gastan las palabras pero no el recuerdo: vera Morrissey en primer fila, casi poder tocarle, escuchar su voz escapada del micro, sentir que canta para t?, entender y ver de cerca cada gesto que acompa?alas canciones que has escuchado/sentido mil veces. He visto muchos conciertos en mi vida pero aquello es otra cosa. Entiendo mejor porqu? Manuel R?os le sigue en las giras, por ejemplo. En un a?o verle dos veces me parece un regalo con forma de recompensa. Y lo fuerte es que podr?a haber una tercera. Se podr?an decir muchas cosas sobre este festival, sobre la organizaci?n y los comentarios de la gente, pero la verdad es que no quiero hacerlo. Tienen algunos problemas, es l?gico, y tambi?n mucho por analizar y cuestionar, pero no es el momento de ello. Habl? con Olga, la directora y mi consejo es el mismo que escribo aqu?: ya no se pede hacer m?s; hay que disfrutar y mimar de lo que queda. Ayer hicimos provisi?n en el Mercadona y en nuestro bungalow se cocina estrictamente vegetariano (no es homenjae pero podr?a funcionar como tal), nos rondan las avispas asesinas, el calor convierte la habitaci?n es sauna y no hemos conseguido pegar el espejo retrovisor de la cucaracha, cuya uni?n al cristal se fundi? por el sol. — Al mediod?a hemos ido al Cortijo Jurado, Aldo lo deseaba tanto como ver a Morrissey (otra vez). Rosario pudo hacer un hueco en una verja y los chicos se colaron, entraron dentro, hicieron fotos. Esto es tema de actualizaci?n para el blog El Mar de la Tranquilidad. —