Después de la tormenta, calma de canalla

Lo más probable es que la noche no estuviera a la altura de las expectativas. Pero claro, a mí quién me manda tener expectativas. A pesar de todo, el recato victoriano con el que Alexia escondía su cuerpo, fusta en mano, contra las nalgas de Irina Vega, merecía la pena. Viva las Vegas es el club que Susana Dramakuin realiza en el Yas’ta, la noche de los jueves en la que tantas alegrías nos dio allí el Transmission. La nostalgia era inevitable.

Ya hay un vídeo de ese espectáculo:

Hoy voy a hacer un poco de bold name dropping mezclado con crónica social, que hace tiempo que no hago (tipo El Uñas). El local estaba un poco vacío pero es que parece ser que el Ya’sta no tiene remedio. Me pregunto, de todas formas, porqué somos tan cutres en Madrid y no podemos hacer nada con elegancia, ni tan siquiera el bondage. Supongo que eso es lo que le da la personalidad a la ciudad. Que el antro gótico más importante y legendario sea el Dark Hole lo dice todo (para quien haya estado allí, claro, para el que no, que imagine) de una estética que debería ser más especial. Como lo de ayer se presentaba como una fiesta del clubcanalla.com, había algún personaje poco habitual, en especial algún hombre de edad madura y probablemente con debilidad hacia la pornofilia. Hombres maduros pornófilos, no sé porqué, pero estoy totalmente a favor. Me hubiera gustado que hubiera alguna mujer de 50 años, de esas que visten sensuales y huelen maravillosamente bien, a una nube de laca, tinte y perfume caro. Yo de mayo quiero ser así, y no quiero dejar de ir a clubes. Por allí estuvo Big Toxic que ha cambiado -para bien- considerablemente de imagen, cortándose las rastas y virando hacia la falda de cuero negro. Extrañamente, el look le envejece, aunque le favorezca. O igual es que todos nos hacemos mayores y sólo lo veo en los otros. Llevo un par de semanas haciendo el stalker por correo electrónico a Big Toxic por Bretón Armada, que es el grupo que tiene con Lucho Prósper y que tanto me ha gustado. Pero no me ha contestado así que aún no sé nada del disco, ni si ya está o cuándo sale. Me gustaría verles más veces en directo.

Como salimos muy tarde de casa, no pude pasar por la sesión de David Arístegui, compañero en Comunes, en La Buena, un sitio donde hacía  poco había ido a ver qué ponía allí Rafa Mary Chain. Pero luego David llegó al Viva las Vegas Club acompañado de sus amigos el altísimo Miguel, a quien entrevistó en el programa hace unas semanas por lo de la Recreación Histórica y Guillem, a quien la música australiana le gusta mucho más que cualquier otra. Bebimos más cervezas, hablamos de las borracheras y nos metimos los unos con los otros.

Allí también vi a Flavio Escribano, a quien me encuentro últimamente en todas partes. Vino con espadas de kendo y las dejó en un rincón. Yo creo que debería haberlas sacado. Nos estuvo contando de los encuentros que hacen en Matadero de Ars Games-Mondopixel.

Y, ya por último, me encontré con una periodista y antigua compañera de la facultad, Patricia Gosálvez. Está haciendo un reportaje pero no voy a decir sobre qué públicamente, no le vaya a fastidiar. Cuando salga, en El País, os lo linko.

Por la tarde, después de hacer el programa en Radio Círculo, me encontré en la calle del Carmen con la siempre brillante Josephine, José Salas, que me insistió en que hay que ir al cine del verano de Fast Gallery 3, sobre todo a las proyecciones en súper 8 del próximo sábado (no mañana, al siguiente). Me gustaría ir, pero no sé si podré. También para ese fin de semana Miguel nos contó que tienen jornadas visigodas cerca de Toledo. También me gustaría muchísimo ir, pero lo mismo, no sé si será posible.

Hoy he pasado el día luchando para que no se me derrita el cerebro. En Madrid hace un calor insoportable y la salida de ayer me ha dejado agotada. También ha llovido un poco, bajo el sol. Ahora ha caído la noche y es cuando se podría empezar a vivir. Igual veo a Carolina León, a quien le tengo que contar una idea, a ver si le hace ilusión.