Llego ahora mismo del concierto de las Client, en Arena. Han estado mejor que en Benicàssim, más calientes. Después ha pinchado Andrew Fletcher durante muy poco rato, realizando un set vergonzosamente previsible que comenzó con ´´Blue Monday”, siguió con norecuerdoqué (¡Fran! ¿Qué era?), prosiguió con Erasure, un asomo de “Billy Jean”, una remezcla de “Personal Jesus”, “Dreaming on me”, alguna cosa más que me dejaré, Billy Idol y, para terminar “I just can’t get enough”. Javi estaba cagando verde, absolutamente indignado, “ahí se sube cualquiera”. Yo le decía que ser fan es lo que tiene, si en lugar de ser un miembro de Depeche Mode (“el pelele de Depeche Mode”, como dice Molina) fuera de otro grupo, no sé si me habría quedado para ver al personaje arengar a la multitud “reach out and touch faith”. Voy al grano. Cuando llego (tarde) me encuentro en la puerta a Greta, a quien conozco porque suele trabajar en el FIB y ahora lo hace para Sinnamon. Es la road manager de la gira. ¡Estupendo! En el bolso llevo un objeto para mi momento-fan. Le pido que me ayude. Se lo enseño. Es el libro que escribí sobre Depeche Mode y que publicó La Máscara en 1999. El libro que debí haber llevado a Benicàssim y me olvidé. El libro que ya está firmado por Alan Wilder. Al acabar la sesión del Fletcher me busca y me lleva al camerino. No sé si lo he dicho aquí alguna vez, no me gusta estar en camerinos, ni cuando tocan amigos míos. Y en el FIB sólo lo he hecho con Pizzicato 5 y porque estaba con Josec y era la única manera de llegar a ellos. Me parece un lugar y un momento demasiado privado. El caso es que ahí me meten, con las Client A y B (ya sabéis, la de las “Stars” y la esposa de un famosísimo label owner) y el número 3 de mi grupo favorito. Yo, que de natural, en castellano, cara a cara, me expreso con el culo, en inglés ya es de pena. Así que la (ridícula) situación transcurre así: Elena: Do you remember me? I work at Benicàssim Festival, we met there. Andy: Oh yes! You have a great festival. E: Really? Thank you! A: Yes, and we were talking about it before. I told you that (le dice a Greta), didn’t I? E: arrrrhhhh… Ahí ya comienzo a trababarme, el caso es que Greta le dice que tengo algo para él, pero en realidad no es para él, claro, porque no se me ha ocurrido (seré imbécil) traerle una copia, sólo la mía. Así que saco el libro que tenía escondido en la espalda y le digo: E: I wrote this book. It’s a Depeche Mode biography,… or something… A: Oh! And it’s says bad things about me? I don’t speak Spanish but I have a lot of friends who can translate it for me. Me río, claro. Me rasco la nariz, digo: “sí, sí, bueno, je, je”. Y en esto me doy cuenta que cree que el libro es para él porque es lo que dijo Greta y porque aunque yo he pronunciado “wrote” igual él ha entendido “brought”. Maldición. E: Well, this one it’s not for you, this is my copy. I’d like if you could… A: It is NOT for me? Oh! E: Errrggghhh…I’m sorry… is that… I don’t… copies… eeerrrgghhh… could you sign it for me? Pero, y no aprenderé nunca a pesar de la cantidad de veces que he dicho ese verbo, en lugar de “saign” pronuncio “sign” y como sufro dislexias pues me sale más bien “sing” (igual que no se decir “to ask” y me sale “to aks”). Así que mientras sigue ojeando el libro yo ya pienso de todo y me muero de los nervios. Le cuento que está firmado por Alan Wilder y que él escogió la foto sobre la que quería firmar, por si él quería hacer lo mismo. Le enseño la foto y él se fija en Dave Gahan. A: He looks like God, in this picture. E: But he isn’t. A: No, but he looks like. Yo, en realidad, quería hacer una broma. Porque es verdad que Dave Gahan lleva estética Jesucristo pero es la época del Songs Of Faith and Devotion, cuando Dave está peor y casi se muere y es el punto álgido de su fama y es posible que se creyera Dios. Por otro lado, un fan de DM cree que Dave y martin son un poco minidioses y ahí estoy yo, con entonación entre afirmativa e interrogativa haciéndome la guays y diciéndole a Andy Fletcher “pero no es Dios”. Qué graciosa. El caso es que cierra el libro y me lo devuelve. Dice que antes tiene que asearse un poco. Se mete al lavabo y todos le oímos orinar, una larga e interminable meada. Yo ya no sé dónde mirar. La puerta no está cerrada del todo. Es un momento totalmente “embarassment” en el que ya no sé qué hacer por que la Client esposa de (que por cierto, se la ve mayorcita pero es guapísima) dice algo así como que se tienen que cambiar y tal. Miro a la pared. Charlo un poco con esta última Client sobre Benicàssim. Client: Did we meet there? E: No, no. I work at the Press Department.. Into… inside… eeerrghhh… Cuando sale el hombre va hacia su bolsa de discos, que está a mi lado y abre una bolsita de plástico que tiene dentro. Saca un cepillo y pasta de dientes Licor del Polo. Pienso, “¿dónde he visto yo esto?” Vuelve al baño. Sa laba los dientes. Sale del baño. Va a la bolsa, coge un desodorante y, en medio de la sala, se sube la camiseta para refrescarse el sobaco. Me pongo aún más roja. Me digo, “mira a tu pared, que ahí estás mejor”. Han debido de pasar diez minutos desde que entré. Al fin está preparado. A: Now, I’m clean. E: Great, then, good moment for… errrghhh…To sign… errrgghhh… that. Mientras busca la página y decide que va a firmar la misma foto que Alan le digo: E: You know that we want you, Depeche Mode, for Benicàssim? That we REALLY want you… A: Yes, yes, I know. But it’s should be for the eleventh. E: Wow! (¿”wow”?, ya me vale) You remember that, the edition… A: I know “Tenth” sounds better than “Eleventh” but we can’t because we are going to record a new album and we won’t touring… Etcétera, lo que ya sabemos. Porque también nos lo dijo en Benicàssim. Y aquí me lo explicó dos veces. Yo, por mi parte, le quise decir que en realidad hacemos 10 años en la undécima edición y que por lo tanto también es una fecha especial, pero, aunque se rió, dudo mucho que lo comprendiera. Me volvió a decir que teníamos un gran festival, que haría por volver dentro de dos años. Se agachó para darme dos besos (¡iniciativa suya!) y yo me lié con la despedida diciendo: E: Thank you very nice to meet you… eeerrrgghhh. Y al fin salí del camerino, dando saltitos, toda contenta. Llamé a Fran porque “el pelele de Depeche Mode” me había dicho que iba a pasarse por el Home, el bar tributo Depeche Mode. Y así lo hizo. Me dijeron los del bar que lo iban a abrir en plan privado, que me fuera con ellos. Llamé otra vez a Fran pero había apagado el móvil y me daba corte porque la gente que iba sólo la conozco de vista y me veía tomando una cerveza, sola, en la barra, mirando el momento tributo. Por otro lado, según cruzaba la Plaza de España (el Home está allí mismo) pensé que yo había tenido un momento-fan mucho más privado y que no necesitaba ir al Home para nada, y menos sola. Así que giré a la izquierda y me metí en el metro, con mi libro en el bolso. Lo hojeé en el trayecto, cada vez me parece peor escrito, pensé, pero al menos lo he hecho yo.
