2. El verano de las películas no existe

vacaciones del coranavirus2 - Isa Ibaibarriaga

Dos películas recogen mis dos visiones más idílicas del verano. No es que yo tuviera esas ideas en mi cabeza y acabara encontrándolas en el cine, sino más bien lo contrario, la ficción ha insertado en mí una memoria inventada y una proyección inalcanzable. Una de ellas pertenece al verano de quedarse y, la otra, al de irse. Hace tiempo, TVE había entrado en uno de sus clásicos bucles reponiendo cada año por estas fechas Bajarse al moro, la película de Fernando Colomo en la que aparece un Madrid en el que los grupos de música ensayaban ruidosamente en las terrazas y las chicas que sabían mucho de la vida, bebían té y fumaban porros, pintaban dibujos en las paredes de sus casas. Yo, arrastrada por mi familia a destinos de veraneo, estaba segura de que el agosto madrileño que se me ocultaba era una ciudad tórrida siempre al borde de la aventura.

Esto es solo el principio. Sigue leyendo haciendo clic en este enlace. Este artículo pertenece a la serie El verano del coronavirus, publicada en eldiario.es
Todas las ilustraciones de la serie han sido realizadas por Isa Ibaibarriaga.
Lee la seria completa aquí.