Ayer no tuve oportunidad de escribir, por lo que no pude quejarme online del cierre de Soitu.es que ya en la noche, y al pasar las horas transcurridas, todavía me resistía a creer.
Por supuesto, me parecía un déjà vu de mal gusto, en el que cada cierto tiempo se calla un medio de comunicación y lectores y periodistas nos quedamos tirados, incapacitados para hacer nada salvo protestar, pero por mucho que gritemos, ni siquiera llevando la razón, conseguimos revertir la situación.
Cuando un inversor se impacienta y, guiado por el miedo, busca un lugar seguro donde ganar dinero fácil para que sus accionistas no se quejen, muchas personas se quedan en el paro y muchos sueños son aniquilados. Cuando la empresa que ve cómo su mecenas, su prestamista, su dueño huye despavorido como rata hacia un sol que caliente más, es un medio de comunicación, el efecto es aún peor, pues hay que sumar a la lista de damnificados a un millón y medio (en el caso de Soitu.es) de personas que también se quedan en la calle. Esas personas no son clientes, como sucedería en otra empresa, sino que son lectores o, en términos de interactividad, usuarios. Un lector con un medio de comunicación menos que leer es un lector que ve mermada la pluralidad informativa, es una persona que pierde a su interlocutor, es un usuario abandonado y un poco más aislado.
Las empresas que invierten en un medio de comunicación, como es el caso de BBVA en Soitu.es (cuya retirada ha provocado el cierre del medio) deberían estar sujetos a una responsabilidad financiera-social, pues no es lo mismo invertir en una cadena de heladerías que en un medio de comunicación, cosa que a Planeta le dio igual cuando cambio su estrategia en internet con el cierre de ADN.es y a BBVA al abandonar el medio digital dirigido por Gumersindo Lafuente.
Muy aportuno ha sido conocer, el mismo día que el medio anuncia su desaparición, las cifras de beneficios de BBVA en los nueve primeros meses de 2009, que fueron de 4.179 millones de euros. No sé si es de muy mal gusto o una afortunada coincidencia que nos permite valorar mejor a los bancos.
La primera vez que supe que iba a existir Soitu.es me lo sopló en La Ardosa uno de los artífices de la campaña de lanzamiento, la cual me encantó. Me dijo que era secreto, pero que era un secreto a voces. El nombre me pareció horrible y me costó mucho acostumbrarme a él. Al final, ya me parecía de lo más normal. Mientras trabajaba en ADN.es los veía como nuestra competencia más directa, por lo que les espiaba y les sacaba los dientes. Cuando nos despidieron, ese fue el primer sitio al que escribí pidiendo trabajo. (Como todos los sitios a los que he llamado, su respuesta fue el silencio, pero esa es otra historia).
Ayer la redacción de Soitu se bajó a un bar de la calle Cochabamba, donde están situados. Imagino que sería «el bar de abajo». Y allí, entre alcohol y sentimientos encontrados celebraron el funeral. Hace poco vi en la filmoteca Deadline USA. Humprey Bogart es el director de un periódico que van a vender a la competencia para ser cerrado. Su periódico es serio, de investigación, mientras que su competencia, que vende más y es más rentable es, por supuesto, un tabloide sensacionalista. El día que la redacción conoce la noticia se van al bar de abajo, para emborracharse mucho y celebrar el funeral, con velas y todo, como se ve en la foto. Así hicimos, también, en ADN.es. Supongo que así habrá pasado también cuando cerraron Diario 16, Ya, Metro, Claro o El Sol. Todos al bar de abajo.
Periodismo digital no es digitalizar periódicos. Pero todavía no está tan claro cómo hay que hacerlo. A pesar de que Ramón Lobo dijo que internet no huele a calle, Gumersindo dijo que la Red es la calle.
Me duele el cierre de Soitu y me asusta ver que el periodismo digital se vuelve a reducir a los de siempre. Que hay otros 23 periodistas digitales en la calle. Que El Selector ya no me dará los enlaces a temas geniales que no habría leído si no fuera por él. Que quedan menos sitios donde leer y escribir artículos como este. En verdad nunca fui gran fan de la jerarquía temporal (a lo blog) por lo que casi siempre he leído Soitu directamente en los artículos linkados aquí y allá y no tanto desde su portada. A veces, cuando leía uno muy bueno, me creaba ansiedad el pensar en cuántos otros muy buenos podría haberme perdido también. Ahora la ansiedad es por todo lo que podría haberse escrito y jamás se hará. Una selección de temas favoritos de Soitu.es es lo que ocupa ahora su homepage.
Aquí os dejo con un vídeo de los Sin futuro y sin un duro desde el velatorio:
Leed también el post de Enrique Meneses, que estuvo en el funeral.