La era de Acuario

Cuando el Open Arms fue paralizado por la Fiscalía, el Aquarius se quedó solo. Por unas semanas, fue el único barco fletado por una oenegé, con el objeto de hacer búsqueda y rescate, que vigilaba el oleaje del Mediterráneo entre las aguas de Libia e Italia. Al poco, los buques germanos Sea-Eye y Seefuchs volvieron a navegar las aguas entre Malta y Libia.

Si la noticia fuera que ya no hay personas migrantes que se echan a la mar en unas barcas de juguete, en ese caso la soledad del Aquarius sería agradable, se parecería a ese momento del final de la tarde en el que hay una última persona que se queda en la oficina apagando las luces antes de irse a casa.

sigue leyendo en El País.