Lo que Zainab calla

Cuando decimos que no escuchamos a los niños y a las niñas es verdad y es mentira. Las madres y los padres diremos que no hacemos otra cosa que pasar el día hablando con ellos. Pero esa información que los niños y las niñas depositan en nosotros no traspasa el ámbito privado en el que les criamos y además se diluye en nuestra desmemoria senil. Por otro lado, los cerebros de esos niños y niñas, esos otros discos duros que podrían almacenar la memoria autobiográfica, no están fabricados para registrar datos a largo plazo durante los primeros siete años de vida.

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