Ten?a algunas (buenas) historias que contar pero, al no tener tiempo para hacerlo, no s?lo se me han ido acumulando sino que adem?s han evolucionado (como un Pokemon). Comenzar? por alguna… Hace cuatro d?as fui a hacerme una limpieza de cutis. S?, tambi?n soy una mujer normal que hace estas cosas de vez en cuando. Fui al centro des est?tica Carmen Ru?z, porque, aunque est? en Canillejas, es el de toda la vida y porque esta Carmen es una de las mejores amigas de mi madre. Y estas cosas de la belleza conviene dejarlas en manos de gente cercana, que una nunca sabe. Y all?estaba, tumbada en la camilla, pellizco va, masaje viene, cremita que te extiendo mientras, en los silencios de la charla, pensaba yo que de la situaci?n iba a sacar un buen tema para un post. El argumento iba a ser algo as? como «qu? pasa cuando tu madre y t? compart?s la misma estetici?n» que era como muy ameno, muy de vacaciones, muy de Sexo en Nueva York. Para los chicos, esa amplia mayor?a de lectores de mi weblog, explicar? brevemente que, al calor de la bombilla baja, la desnudez bajo la fina bata de tela y el relajo de la camilla, es normal que se establezcan conversaciones ?ntimas con tu esteticista y que, mientras ?sta extiende la cera caliente por los muslos, tu respondas cordialmente a su interrogatorio: ?Qu? tal tu trabajo? ?Qu? tal tu novio? ?Qu? tal el libro este que estabas leyendo? ?Por qu? no te haces tambi?n las axilas? ?Sigues con el problemilla aquel? ?A?n te gusta tu vecino? Etc. Pero… y si… [aqu? va un aterrador sonido de trueno] … la amable confidente que te hace la limpieza de puntos negros no s?lo se la hace tambi?n a tu madre sino que adem?s SE VA A TOMAR EL CAF? CON ELLA!!?? Pues ocurre que te relajas, que te pregunta, que le cuentas y que, cuando menos te lo esperas, te suelta un consejo bestial que la posiciona en el mismo lado que a tu propia madre respecto a un ?ntimo debate pesonal. ?Tu estetici?n debe dar consejos, s?, pero ante todo debe ser imparcial! As? que ah? me ten?is, en las manos de Carmen, tocaya, adem?s, de mi madre, totalmente enterada de los detalles de un asunto personal (cosas de chicos) y poni?ndose del lado materno. Tsk, tsk, tsk. Y ahora pienso: ?ser?, quiz?s, una reacci?n psico-nerviosa el molesto sarpullido que conquist? mi cara, cuello y hombros a partir de la ma?ana siguiente? Quiero pensar que fue una reacci?n al?rgica, que todav?a persiste, a alg?n producto cosm?tico. Los que sufrimos dermatitis at?pica somos as?.