Para qué sirve el periodismo

Journalist

Hay adolescentes de 14 años que no están interesados en las noticias que dan los medios y solo confían en lo que les cuentan sus amigos vía Instagram. En realidad sus amigos sacan las noticias de los medios pero ellos no lo ven así. Ellos entienden las noticias como un (no usarán jamás esta palabra) procomún. Es la realidad, está en el aire y es de todos. El amigo la caza de ese mar común, la transmite y se convierte en fuente confiable. El medio no solo no es amigo sino que es sospechoso de mentir pero sobre todo de aburrir.

Me dan miedo.

Algo estamos haciendo muy mal cuando los adolescentes desconfían de esta manera en el periodismo. Para la comunidad, los periodistas deberíamos ser como los pediatras: cuidadores, imprescindibles, tranquilizadores; un servicio público.

Comporto con ellos la idea de la información como un procomún y no como una mercancía. Creo que haberla convertido en mercanía es lo que ha propiciado que lo vean como un mercado. Y, ante él, se convierten en ultraliberales. Piensan que se autorregula, que no hay que intervenir, que las noticias fluyen solas.

Cualquiera que alguna vez haya tenido el encargo de practicar periodismo sabrá que no, radicalmente no, no es así. La verdad es difícil de extraer y aún más de distribuir. Solo fluye la información a la que se le inyecta dinero, produce diversión o es de naturaleza impactante.

Lo que propongo es que enseñemos a los adolescentes de 14 años a hacer periodismo. No a comunicar ni a comunicarse entre sí, que eso ya lo hacen muy bien, sino a levantar las noticias a contar una verdad cuando nadie antes la ha contado.