Qué hacer con el sueño huido entre los párpados

Yo tenía mucho sueño. No sé en qué momento lo perdí entre el sofá y la cama pero, ahora lo veo claro, se me escapó por alguna rendija que dejaron los párpados. Mi familia me debe oír teclear a lo lejos, entre sueños.
Hoy me pusieron falta en una conferencia de Jorge Haro en Espacio Mínimo pero había tanto que hacer en casa de cara a la fiesta de mañana que se me echó la hora encima. Ayer fue un día denso, también. Todo comenzó quizás antes de ayer o, mentira, ya estaba todo empezado desde hace un tiempo, desde antes de que arrancara este octubre.
Antes de ayer fue suave y bonito, otoñal, de primeras lluvias. Me puse una falda blanca, unos zapatos a cuadros blancos y negros y un jersey negro de manga corta de corte bonito, como de agregada cultural, y me fui a Casa Árabe, que le hacíamos un bis al Experimentaclub. Me impresionó que siendo tan bonitas las Escuelas Aguirre por fuera, sea Casa Árabe tan feo por dentro. Esa noche, tras las presentaciones, me porté bien y volví a casa pronto, esperando el autobús número 9 bajo la marquesina, resguardada de la lluvia apacible. No llevaba mi paraguas blanco.
Ayer era más complicado. Tuvimos programa (este, en concreto) en el que entrevisté a Max para Poco Común con motivo de Avantcomic (9 y 10 de octubre en La Casa Encendida). Fue muy bonita la entrevista telefónica que Natxo le hizo al sindicalista de la Naval Xixón Morala. Al programa vinieron Xabi y Marta, que estaban en Madrid para acudir al Hackmeeting, del que espero disfrutar algo el domingo.

Luego, Marta y yo nos tomamos un helado mientras paseábamos y conversábamos. Después de dejarla en Malasaña bajé para Ópera, pues tenía lugar en La Buena Vida una presentación de tres libros de Alpha Decay, que es la editorial de moda entre la juventud. Esperé a Carolina en el Café del Real, como he esperado a mucha gente, muchas veces, me gusta ese sitio para esperar, terminando de leer El Agrio, de Valérie Mréjen (Periférica), que no me ha gustado especialmente. Últimamente nada me gusta especialmente.
En la presentación estaba Antonio Luque (Alpha Decay le ha editado su primer librito, Socorrismo, que no consigo terminar porque me aburre), Mercedes Cebrián (me encantó su Cul-de-sac, en la misma colección), la simpatiquísima Elena Medel (sólo he leído su relato en Matar en Barcelona pero ya está entre mis preferidas, igual que la Cebrián), la editora Ana S. Pareja y su co-editor en Matar en Barcelona, Jordi Corominas. La presentación estuvo divertida, bien lejos del género presentación-FNAC que odio y hace ya tiempo decidí evitar siempre. Luego Luque se cantó unas canciones. Supongo que los fans de Sr. Chinarro no se enteraron de este acústico (afortunadamente), o la librería habría estado desbordada. Me gusta La Buena Vida. Me gusta más cuando no hay nadie. Tomé dos vinos. Estaba seria. Quizá fue porque mi día había comenzado a las 5:45 de la mañana. O quizás no, probablemente no. Yo creo que es porque ya soy así y ya no necesito fingir. Antes siempre necesitaba fingir jovialidad para encajar mejor. Ahora ya me da igual todo. O igual es porque ya no soy una asalariada y ahora pasan las cosas más lentamente y todo lo veo como si tuviera que identificar a alguien que está a bastantes metros de distancia.
Carolina no dejó de presentarme a gente, lo cual fue bonito. Conocí a Sergi Bellver, que fue uno de los entrevistados en nuestro último programa de ¿Quieres hacer el favor de leer esto, por favor? Hay pocos programas / podcast de literatura, así que me doy cuenta de que el nuestro despierta cierto interés. Hablé con unos libreros de Guadalajara que habían venido al Líber, me confirmaron que el Líber no sirve para casi nada. Por lo que cuenta la librería en su blog y en un Twitter, Luque se acabó toda la cerveza y no quería irse de allí, a la una de la noche. Carolina y yo abandonamos a eso de las 22:30. Yo aún me dejé caer por una cena de post-América Arabia Electrónica en un lugar cercano a Casa Árabe, donde me encontré a un grupúsculo de latinoamericanos, españoles y egipcios dándole fuerte al tequila. Qué curioso que Karim, nuestro enlace con Casa Árabe, había hecho junto a Carolina el mismo taller de Rodrigo Fresán sobre John Cheever. En él también estaba Antonio Jiménez Morato, a quien ya hemos sacado dos veces en el programa y que estaba tanto en lo de Alpha Decay como en la presentación del nuevo libro de Yuri Herrera a la que asistí el martes, en otra librería estupenda, La Fugitiva, junto a la Filmoteca.
El próximo programa de ¿Quieres hacer el favor…?, por cierto, irá sobre Yuri Herrera y el fin del mundo.