Ser punk a los 40

Ser punk a los 40. Foto Claudia Alva

¿Si el punk es rabia adolescente, qué pasa con la rabia cuando pasa la adolescencia? Pues que sigue ahí. Dani Mortaja, un emblema del punk madrileño de este siglo, un día se dio cuenta de que tenía más de 40 años y no había muerto. “Sigo aquí”, dice, con toda la fuerza de esas dos palabras.

Hemos quedado en Rara Avis, la tienda de discos de Jorge Larreina en Madrid, un sótano acogedor que es un refugio para los fans del punk, el psychobilly, el industrial y otras músicas oscuras; uno de esos hogares de acogida para almas descarriadas de los que quedan pocos.

Ha venido Dani Mortaja antes de irse a trabajar al Wurlitzer Ballroom, otro reducto del rock’n’roll en la noche madrileña. En cambio, Ro Zombie y Alfonso Guerrero, músicos del grupo Ro and the Skullboys, se han pasado por la tienda al salir de sus trabajos. A veces, la música es esa segunda jornada laboral que empieza cuando acaba la primera. Jorge echa más horas hoy en Rara Avis para que podamos conversar. Otras veces, la música es eso que te tiene atrapado las veinticuatro horas del día.

“Con los años —dice Jorge Larreina—, vas adquiriendo cultura y toda la rebeldía adolescente la transformas en una rebeldía que es tu forma de ser”. “Más que rebeldía lo que tiene que ser es un inconformismo un poco inteligente, ¿no?”, le contesta Dani Mortaja. “No tragarte cualquier cosa pero tampoco ir contra todo porque sí. Yo ya no necesito estar en guerra contra todo, ni contra mis padres ni contra la sociedad”, añade.

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Foto de apertura: Claudia Alva. De izquierda a derecha: Elena Cabrera, Jorge Larreina, Dani Mortaja, Ro Zombie y Alfonso Guerrero.