La Obra (2)

Aqu? seguimos, el tiempo se pasa r?pido y no cunde demasiado parece que Gabriel, el argentino que hace las labores de carpintero al otro lado de la oficina, aprovecha mejor que yo el tiempo, casi todos los muebles est?n ya montados y hoy deber?an dar la primera mano de pintura. Mientras, yo, en mi improvisado y acogedor rinc?n en el despacho de Jose observo las figuritas que pasan por la plaza de Callao y c?mo cambia la luz sobre ellas, adelanto mis textos del Fiber, escribo correos, actualizo mi weblog, retoco fotograf?as, me dibujo a mi misma, acabo un gui?n para Juanjo y chateo en el Soulseek, principalmente con Carlos Revillo y con Nicholas Ioannidis. 18:50 Me he ido a casa a comer y a hacer sobremesa viendo la sitcom coreana Nonstop que me ha grabado H?ctor y que emiten en Arirang. Es una serie juvenil de mucho ?xito en Corea y ?es muy buena! Se trata de la t?pica reesidencia de estudiantes donde cada uno es como es y tienen l?os y todo eso. Una de las cosas que m?s me gustan es que de fondo no s?lo se escuchan risas sino tambi?n suspiros, expresiones de asombro e indignaci?n, al hilo de los acontecimientos. Es inevitable andar todo el rato sacando parecidos: «?esa es Sandra!» o «??sta se parece a M?nica». L que se parece a M?nica, Na-Ra, lo est? pasando muy mal porque el chico que le gusta pasa de ella, en cambio, hay otro que s? que est? enamorado de ella y que incluso ha colgado una foto suya enorme en la fachada de un edificio pero ella no puede amarle porque a?n tiene al otro en la cabeza, as? que se mete en una especie de tienda de campa?a a modo de cantina y se emborracha. Va medio tonta por la calle y menos mal que hay un compa?ero suyo que la sigue y evita que le atropelle un coche. Por otro lado, el que est? prendado de ella est? tan deprimido que le pide a una amiga que cada vez que le vea empanado pensando en la otra lepegue por favor un golpe fuerte en la espalda; pero ni con esas. 19:10 El caso es que no puedo dejar de comentar cu?l ha sido la noticia bomba del d?a. De camino a casa compr? El Pa?s y, mientras estoy cocinando un rico arroz con verduras, descubro en la p?gina 37 el titular «Feministas, PSOE e IU piden el cese de la directora del Instituto de la Mujer por apolog?a de la violaci?n». Con estas palabras me enganch? el tema de por s? pero tan s?lo un segundo despu?s leo el subtitular: «M?riam Tey, copropietaria de la editorial El Cobre, retira el libro -Todas Putas-» Se trata de el libro de relatos que acaba de publicar Hern?n Migoya, para unos un subnormal y para otros tambi?n un subnormal pero al que se tiene cari?o. A mi me une algo de amistad con ?l y alguna que otra cosa y devaneo en una u otra oci?n seg?n el d?a, pero habitualmente en la segunda. Como suele ocurrir en ?poca electoral, cualquier excusa es buena para derribar un pe?n del equipo contrario y, la verdad, me ha indignado que la presunta izquierda pida la dimisi?n de Tey y haga declaraciones tipo «es inadmisible que en un pa?s donde se presentan anualmente miles de denuncias por violencia dom?stica se publique un libro como este» (Micaela Navarro, secretaria de Igualdad del PSOE). Por otro lado, M?riam Tey, como esbirra del PP que es, ha reculado (la expresi?n se presta al chascarrillo f?cil as? que no jugar? con las palabras) y ha retirado «Todas Putas» de las librer?as. A mi lo que me parece indamisible es: 1. La incapacidad de la gente para aceptar la iron?a en los temas que no son pol?ticamente correctos. 2. Las ganas de los pol?ticos por opinar de todo (?se abr? le?do Trini Jim?nez el libro antes de abrir la boca?) con tal de ganar votos. 3. El ataque a la libertad de expresi?n (o en este caso de creaci?n). 4. La mojigater?a. A mi nunca me han violado as? que no puedo hablar desde esa perspectiva para opinar si un relato protagonizado por un violador que dice «?Por qu? seguimos demonizando a los violadores como si fueran monstruos, cuando son personas normales y corrientes, honrados padre de familiar con una peque?a afici?n que da la casualidad de que ahora est? considerada un delito y tipificada como tal?» Es literatura (mejor o peor, m?s o menos ingeniosa) y, en mi calidad de mujer (supongo que desde esta caracter?stica s? puedo opinar), no me ultraja este relato para nada, es obvia la iron?a. Y respecto a las declaraciones de Her?n a La Vanguardia donde se declara mis?gino y muy orgulloso de serlo. Pues en fin, que Migoya es un provocador y lo usa como arma para lograr justo lo que ha conseguido hoy, que hablen de ?l a media p?gina en El Pa?s del domingo. Aunque lo diga es mentira, no es un mis?gino que desprecia a la mayor?a de la gente es cierto pero sin una particular distinci?n de sexo. Adora a las mujeres, y este es un g?nero en el que, como en todos, hay mucha vulgaridad y poca excepcionalidad.